December 24, 2008

Llovimos

Escurría el cielo la noche que por fin te sentí,
lo recuerdo,
te sentí por fin dentro de mí: abrupto y verdadero,
latente y carnal y, de vez en cuando, mío.
Suspirabas al compás del murmullo pluvial.

Una ventana temblaba, fría, como imitando mi palpitar.
Sin más luz que la que se encendía en tus ojos,
sin más música que la de tu cuerpo y el mío.
Y llovimos.

No comments: