Y no había notado cuánto extrañaba la urgencia de tus manos, la violencia de tus labios, el ritmo de tu carne al latir dentro de mí. Y me dejas la lengua empapada de tu sabor y un regusto de culpa se me escurre de entre los labios.
Y el eco de unas palabras inesperadas me ensordece las ideas, me marea la convicción.
Aún hoy puedo embriagarme de ti.
March 03, 2010
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